
No me ha quedado más remedio que apañarla con corchopán y masilla epoxy... al menos ahora no tendrán que entrar arrastrándose como si fuese un iglú. Adicionalmente pinté unas líneas entre ambas superficies; he intentado hacer la unión bastante bien, pero el pintado ayuda a disimular cualquier imperfección.

La superficie de la mesa está hecha de plástico y las patas con un bastoncillo para los oídos. Sobre la superficie están dispuestos unos tablones de madera hechos de cartón. Desperdigados por la mesa hay varios papeles y mapas (a partir de bote de flan) y un puntero (un pedazo de alfiler).
El escudo es de un viejo proyecto reconvertido y la lanza una punta de tapicero cortesía de Crom.
Los bordes de la peana están cubiertos con cinta aislante negra porque no hay quien pinte sobre ese plástico (la parte superior la cubrí de arena, así que no hay problema).
Todos los elementos están pegados a la base con Nomásclavos.


El escudo apoyado en la tienda es una copia del que porta uno de mis generales hoplitas. Bajo el diseño final hay otros dos que no me convencieron; una estrella que no quedó muy bien y una de esas caras inquietantes que, a pesar de que quedó muy chula, resultaba un tanto weirda y distraía del elemento en su conjunto.