Nemus: notas de diseño Mek-Idesi

Aunque he tenido momentos de menos actividad Nemus siempre ha estado ahí, principalmente por la tenacidad de Xoso con el proyecto. Sé que muchos estabais pidiendo que desarrollase más; si estáis leyendo esto es, en una parte inmensa, gracias a él, así que el crédito es suyo.

Posiblemente, de todas las culturas que he ido escribiendo para Nemus, Mek-Idesi ha sido con la que más tiempo he pasado dándole vueltas antes de plasmarla.
Originalmente Nemus era pequeño y arquetípico. Básicamente giraba en torno a las tierras de enanos y halflings, con algunos humanos más o menos desconocidos o más o menos misteriosos alrededor. Pero lo cierto es que el mundo ha ido creciendo a partir de ese núcleo y, el mapa que en un principio diseñé para que transmitiese una sensación de inmensidad y vacío ha ido rellenándose. De la misma manera la historia del mundo ha ido escribiéndose; hemos ido sabiendo de los elfos, del Antiguo Imperio y otras crónicas pasadas y extrañas.
Con gran parte del hemisferio oriental de Nemus volviéndose cada vez más habitado he ido desplazando la atención hacia occidente. Y es allí, tierra adentro, donde he decidido ubicar Mek-Idesi.


Nemus está inspirado en una gran parte en la Antigüedad Tardía/Edad Oscura europea. Tanto a un nivel histórico (con el Antiguo Imperio y las naciones bárbaras a su alrededor) como fantástico. Aunque en un primer momento pensé en extender estas culturas hasta ocupar todo el mundo, pronto me di cuenta de que era algo bastante ridículo. Nemus estaría más lleno de maravillas cuantas más culturas albergase. No está de más decir que muchas culturas "estarán" ahí en un segundo plano, pero entre aquellas a las que quería dar protagonismo está Mek-Idesi, inspirada en los reinos medievales de África.
Creo que desde que conocí la historia del reino de Etiopía me quedé fascinado, y llegué a la misma interpretación que los portugueses: si hubiera realmente un reino del Preste Juan sería ese.
Para crear toda esta cultura he pasado meses (tal vez años) absorbiendo todo lo relacionado con Etiopía pero, a medida que iba extendiendo mi interés por más territorios africanos di con su reflejo occidental en el Imperio de Songhai. El reino de Etiopía está cargado de mística y de ese sentimiento crepuscular que lo hacen tan poético y atractivo, pero el inmenso estado del África occidental tiene una historia increíblemente extensa, variada, asombrosa, y también cargada con un aura de triste decadencia final.
Así pues mezclé mucho de ambos reinos como inspiración para Mek-Idesi; fundamentalmente un reino altomedieval con un nivel de desarrollo similar a otras naciones de Nemus. No es un reino africano idealizado, porque la realidad histórica en la que inspirarse es mucho más interesante.


La localización es importante. En parte cubre un territorio que estaba esperando ser ocupado por una cultura. Pero por otro lado Nemus tiene sus peculiaridades. Nemus es un mundo más frío y húmedo que el nuestro. Originalmente iba a estar surcado por una miríada de ríos y podría no haber tenido ningún océano, pero finalmente los incluí porque no solo dan más juego, si no porque crear un planeta con un clima razonable sin la presencia de grandes masas de agua sería difícil de argumentar.

Nemus es, como digo, más frío y húmedo que la Tierra. Los casquetes polares son más extensos, y la mayor parte de la superficie cercana a estos que podéis ver en los mapas es permafrost y tundra. Con estos mimbres el ecuador no es similar al nuestro: No hay desiertos, no hay junglas tropicales... toda la zona central de Nemus podéis imaginarla como una amplísima región de aspecto mediterráneo que incluiría desde el Antiguo Imperio hasta la región occidental al sur de Nisia y Vodavinia, excluyendo el inmenso macizo de Altosmontes, que tiene su propio clima de montaña. Así, aunque Mek-Idesi sea un reino de inspiración africana, su ecosistema será más cercano al que podemos encontrar en las costas del Mediterráneo. En el texto se menciona el cultivo de arroz como muy importante, así como árboles frutales que podrían -o no- corresponderse con los de nuestro mundo (ya que solo sabemos que en Mek-Idesi existen frutas maravillosas nunca vistas en otros lugares).
Esto es importante a la hora de visualizarlo, porque no estamos hablando de un reino que caiga en el tópico de "africanos de fantasía en un territorio que, o bien es selva, o bien es desierto".


La historia
La historia de Songhai me pareció interesante por el modo en que el imperio fue aglutinando diferentes pueblos con culturas muy distintas. El desarrollo de Mek-Idesi es similar, y está cimentado sobre tres pueblos originales.
Los Hogái están basados en los dogones. No tanto en la historia real de los dogones, si no en sus tradiciones y en las fabulaciones que, desde Europa, se han hecho de estas. Como decía Nemus ha ido creciendo no solo en territorio, si no también en profundidad histórica. Algunas razas fantásticas, como los elfos, tienen un conocimiento detallado, continuo y escrito de periodos muy lejanos de la historia del mundo. Pero también algunos humanos (y quizás otras razas) guardan recuerdos borrosos, distorsionados, y convertidos en leyendas. Posiblemente para un humano presuntamente cultivado de Nemus estas historias no sean más que patrañas, pero en ellas hay mucho más de lo que parece. Con mucha seguridad Antípoda es la parte más obvia del lado siniestro de Nemus. Tal vez demasiado obvia para lo que consideraría yo mismo hoy día. Más allá de "los malos" hay algo tan grande como desconocido que subyace en Nemus, todo ello de una innegable influencia lovecraftiana que ha ido creciendo más y más con el tiempo. Y cuando hablo de la influencia de Lovecraft no lo hago solo sobre la esperable de los mitos de Cthulhu, si no también -y sobre todo- de la mucho más misteriosa y evocadora de las Tierras del Sueño. En este sentido el pasado de Nemus podría ser denominado como una Era del Sueño, de las que guardamos algunos recuerdos, como el mito de la Gran Sierpe presente en varias culturas, las visiones chamánicas o seidr de los cundrios, y otras tradiciones, como las de los Hogái.
Los Hogái nos permiten echar un vistazo a otra entidad o recuerdo quedo del pasado remoto. ¿Qué es el dios hombre-pez progenitor? Bueno, supongo que los mitos de Lovecraft están muy arraigados en la cultura popular como para hacerse una idea aproximada de qué podría tratarse. Lo cual no quiere decir que esa idea esté en lo correcto, pero podría decirse que ese vistazo a un momento y un tiempo de esas Tierras del Sueño nos permiten tan solo ver una imagen que a nosotros corresponde juzgar.
No es todo esto una excusa para ponerme poético o místico, si no un buen ejemplo del modo en el que estoy afrontado Nemus en los últimos tiempos, recurriendo a ese consejo que me dieron sobre mis primeros escritos: "no hace falta que lo cuentes todo". Obviamente, habida cuenta de la idea de inmensidad que siempre he querido dar a Nemus, eso siempre ha estado ahí; la diferencia es que últimamente me he dado cuenta de que hay cosas sobre Nemus que no sé. Simplemente no intento atraparlas como narrador (o, en todo este caso de trasfondo, cronista): están ahí, etéreas e inasequibles, permitiéndome que, incluso como creador, tenga un sentimiento de misterio y maravilla que disfruto enormemente durante la concepción y la escritura.


Además de estos Hogái que, aparentemente,  son los menos importantes en la historia y política de Mek-Idesi, están los Terarochi de las montañas y los Hermanos Caballo.
Aunque los Terarochi poseen unos recursos cruciales para el desarrollo económico de Mek-Idasi, y la facultad de crear conflicto, tan importante en una narración, son los Hermanos Caballo los que soportan mayor peso narrativo.
Si buscáis imágenes de caballeros africanos en internet podéis encontrar incluso fotografías de estos. Sí, fotografías, porque esta casta social y militar pervivió en la historia hasta tiempos muy recientes. La idea de caballeros en África ya es de por sí evocadora, pero poder verlos en fotografías provoca un contacto emocional mucho más intenso. Todo este aire militar de los Hermanos Caballo y, a rasgos generales, la de Anuar an Umbele está inspirada por varios personajes del África medieval, principalmente Sundiata Keita y el askia Mohamed Ture, de los que tan poco sabemos y sobre los que os invito a investigar.


El Santo Sello
El concepto del santuario del Santo Sello está basado en dos orígenes muy distintos. El primero de ellos es el trasfondo esbozado de una orden militante de Emporika que hice para una banda de Thud and Blunder. El segundo culpable de la inspiración está en las iglesias esculpidas en la propia de roca de Lalibela, en el reino de Etiopía.
No hay mucho que quiera (o, realmente, pueda) decir sobre el Santo Sello. Las hermanas de esta orden se dedican a investigar sucesos y leyendas del pasado. A veces viajan solas, en otras ocasiones en pequeños grupos, o incluso pueden unirse a partidas de aventureros cuando creen que estos les llevarán a un lugar de su interés. Buscan algo llamado phylakterion, que destruyen si les es posible, o llevan hasta las profundas bóvedas de su santuario en Emporika para "encarcelarlos" y guardarlos por siempre.
Al parecer la historia de Tilik'i'asa despertó el interés de la orden y una de las hermanas viajó hasta Mek-Idesi para investigarlo. No sé qué aventuras corrió, ni qué descubrió allí, ni qué oscuros secretos susurró a los oídos del rey, pero lo cierto es que consiguió llevar a cabo una de las acciones tradicionales de la orden: sellarlo. Esta vez no "algo" que llevarse para ser guardado en el santuario de Emporika, si no la revolucionaria creación de toda una fabulosa estructura para sepultar una construcción anterior. Que eso signifique que todos los habitantes de la ribera del río de las Estrellas hayan olvidado al dios hombre-pez progenitor es algo que dudo.
Pero lo cierto es que esta presencia de la orden ha terminado creando una peculiar división del Santo Sello en Mek-Idesi, también compuesta por mujeres, con la peculiaridad de que estas no son maestras en el uso del martillo de guerra, si no de la lanza. ¿Qué buscarán estas guardianas y aventureras? ¿Qué secretos descubrirán y qué horrores inefables sacarán a la luz?

Comentarios

  1. Precisamente acabo terminar el Ciclo de Aventuras Oníricas de Randolph Carter hoy mismo.

    La imaginación de Lovecraft para todo tipo de escenarios y criaturas fantásticas es realmente sobrecogedora. En sus descripciones de la Tierra de los Sueños consigue además mezclar elementos de todo tipo, logrando en muchas ocasiones transmitir la sensación de que algo es hermoso y radiante pero al mismo tiempo profundamente inquietante. Me han gustado especialmente el primer relato "La declaración de Randolph Carter" y el último y más largo, "En busca de la ciudad del sol poniente" (que en las últimas ediciones creo que han traducido de forma más fiel al título original, La búsqueda onírica de la desconocida Kadath).

    Hay pasajes de este último que son lectura obligadísima para todo cronista de universos de fantasía que se precie.

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    1. Por "La búsqueda onírica de la desconocida Kadath" sí que lo reconocía.
      Tengo unas cuantas cosas pendientes, pero lo sumo a la lista de lecturas.

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