Tengo en casa un par de arbolitos navideños del Ikea. Un elemento decorativo sin más, hasta que un día me fijé en ellos con mentalidad de hobby: serían unos pinos aceptables como escenografía y de tamaño van muy bien. Por pura casualidad visité el Ikea más cercano al día siguiente... y los encontré en la zona de saldos navideños. Unos 59 céntimos cada uno, si no recuerdo mal.
Hubo que sacarlos del tiesto donde venían, pero su propia "tierra" de plástico forma una peana perfecta. En un primer momento pensé en recortarla para que encajase en las arandelas que uso para fijarlos a las peanas de bosque, pero estas peanas de fábrica eran lo suficientemente buenas como para usarlas tal cual, y de un tamaño justo para desplegarlos como árboles individuales con un buen equilibrio.
Una vez separados del tiesto di un poco de altura a los árboles y les hice un tronco con pasta para modelar. Apliqué un poco de esa misma pasta en la peana, alrededor del tronco, para fijarlo aún mejor y darle algo más de peso. Por lo demás no lleva mucha más labor del pintado mínimo que podéis ver.
En las siguientes fotos podéis observar el conjunto de los ocho con los que me hice, y una miniatura como referencia de escala.
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