Posiblemente este sea el "elemento de escenografía" más singular que he hecho hasta la fecha.
Sí, la idea es crear un bosque. Pero empecemos por el principio.
Hace unos días estaba escuchando uno de mis podcasts favoritos: Noviembre Nocturno. Posiblemente el mejor podcast de relatos que existe; no puedo dejar de recomendarlo. Concretamente estaba escuchando el relato "El Hombre que Plantaba Árboles", de Jean Giono. Escuchadlo, porque no os dejará indiferentes.
Desde luego a mi no me dejó indiferente. De hecho me creó una sensación de entusiasmo y emoción que me llevó a meterme en este proyecto.
Mi plan es plantar un pequeño bosque. El protagonista del relato utiliza semillas, pero yo me decidí a recurrir a esquejes. La creación de esquejes a partir brotes semiverdes de vegetales con lignina se hace a principios de verano, así que el momentum coincidió con mi entusiasmo.
Para asegurar el éxito de los esquejes es necesario que estos generen raíces. Buscando información me encontré con este interesantísimo vídeo (os recomiendo todo el canal, he pasado varias horas viéndolo). No voy a profundizar mucho, porque el vídeo explica con todo detalle el proceso.
Básicamente el primer paso de todo este proyecto consiste en obtener auxinas: hormonas de enraizamiento. Para conseguirlas utilicé alubias negras.
En algo menos de una semana se fuerza su germinación para aprovechar la explosión de auxinas que esta genera.
Durante estos días (tras una primera noche de inmersión completa) vamos humedeciendo las alubias con el agua de la primera noche y tapándolas con un paño.
Si todo va bien, para el quinto día del proceso la mayor parte de las alubias deberían haber germinado.
Antes de pasar al siguiente paso (y esto es algo que he aprendido con esta experiencia) sería conveniente retirar aquellos ejemplares que no haya germinado (porque asumo que no vamos a obtener mucha auxina de ellos).
A continuación utilizaremos una batidora para triturar nuestras alubias. No sabría dar muchos consejos al respecto, porque esto parece muy artesanal. En un primer momento creí que ya había terminado, y cuando fui a colar la mezcla había demasiados grumos. Así que continué batiéndola hasta el punto de conseguir una especie de crema muy oxigenada. Esto lo noté porque, al abrir posteriormente la botella donde puse el resultado, salía una impresionante cantidad de gas (mucho más que cualquier refresco).
Sea como sea, con este paso ya tenemos nuestras hormonas de enraizamiento en forma líquida.
El siguiente paso consistió en una excursión para recoger esquejes. Los ejemplares seleccionados deberán ser brotes semi-verdes, lo más rectos posibles, con cuantas más yemas y ramitas menores mejor. Haremos un corte diagonal y retiraremos ramas y hojas hasta dejar un par en el extremo superior.
Personalmente recogí esquejes de varias especies. Esto servirá para generar diversidad (si todo va perfecto) y/o aprender cuales tienen más éxito (para repetir mejor este proyecto en años futuros).
También intenté que cada grupo de esquejes de una misma especie no procediesen del mismo árbol. ¿Por qué? Porque un esqueje no es un árbol nuevo, si no un clon de aquel que lo hemos tomado. No tengo un gran conocimiento científico, pero creo que será mejor para la reproducción.
Una vez plantados los esquejes en una colección de tiestos reciclados los regaremos con nuestra auxina. Como es una hormona muy potente la utilizaremos en una proporción de 1/6 en el agua que usemos para regar.
Si todo va bien en unos dos meses deberían haber desarrollado raíces y podrán ser plantados en suelo.
Buscando información sobre esquejes en internet encontré el dato de que el éxito ronda el 65%. Considerando que he reunido unos 100 esquejes (hay varios en cada recipiente, porque me quedé sin tierra y no tenía muchos más envases) debería obtener unos 65 árboles adultos, dando como resultado un pequeño bosquecillo.
Mi idea inicial era conseguir unos 200-250 esquejes, pero me he quedado en 100 por razones logísticas.
De todos modos estuve reflexionando mucho rato, un tanto contrariado por no poder hacer esto en proporciones mastodónticas. Pero pensé que podría ser interesante como un proyecto colaborativo.
Tanto si se hace de forma individual, como si hay instituciones u organizaciones detrás, un proyecto de estas características puede multiplicarse hasta niveles espectaculares.
Teniendo en cuenta ese 65% de éxito estimado yo podría plantar 65 árboles en un año, pero si otras nueve personas se uniesen a esta idea tendríamos 650 árboles nuevos cada año.
Esto haciéndolo en casa, sin un local y unos materiales en condiciones pero si, como decía, una administración o una organización lo apoyase podríamos conseguir logros increíbles.
Muchas gracias a Noviembre Nocturno y a Jean Gino por su inspiración.
Comparto esta idea con vosotros con el sueño de que os guste y os suméis de una u otra forma a ella.
Sí, la idea es crear un bosque. Pero empecemos por el principio.
Hace unos días estaba escuchando uno de mis podcasts favoritos: Noviembre Nocturno. Posiblemente el mejor podcast de relatos que existe; no puedo dejar de recomendarlo. Concretamente estaba escuchando el relato "El Hombre que Plantaba Árboles", de Jean Giono. Escuchadlo, porque no os dejará indiferentes.
Desde luego a mi no me dejó indiferente. De hecho me creó una sensación de entusiasmo y emoción que me llevó a meterme en este proyecto.
Mi plan es plantar un pequeño bosque. El protagonista del relato utiliza semillas, pero yo me decidí a recurrir a esquejes. La creación de esquejes a partir brotes semiverdes de vegetales con lignina se hace a principios de verano, así que el momentum coincidió con mi entusiasmo.
Para asegurar el éxito de los esquejes es necesario que estos generen raíces. Buscando información me encontré con este interesantísimo vídeo (os recomiendo todo el canal, he pasado varias horas viéndolo). No voy a profundizar mucho, porque el vídeo explica con todo detalle el proceso.
En algo menos de una semana se fuerza su germinación para aprovechar la explosión de auxinas que esta genera.
Durante estos días (tras una primera noche de inmersión completa) vamos humedeciendo las alubias con el agua de la primera noche y tapándolas con un paño.
Si todo va bien, para el quinto día del proceso la mayor parte de las alubias deberían haber germinado.
Antes de pasar al siguiente paso (y esto es algo que he aprendido con esta experiencia) sería conveniente retirar aquellos ejemplares que no haya germinado (porque asumo que no vamos a obtener mucha auxina de ellos).
A continuación utilizaremos una batidora para triturar nuestras alubias. No sabría dar muchos consejos al respecto, porque esto parece muy artesanal. En un primer momento creí que ya había terminado, y cuando fui a colar la mezcla había demasiados grumos. Así que continué batiéndola hasta el punto de conseguir una especie de crema muy oxigenada. Esto lo noté porque, al abrir posteriormente la botella donde puse el resultado, salía una impresionante cantidad de gas (mucho más que cualquier refresco).
Sea como sea, con este paso ya tenemos nuestras hormonas de enraizamiento en forma líquida.
El siguiente paso consistió en una excursión para recoger esquejes. Los ejemplares seleccionados deberán ser brotes semi-verdes, lo más rectos posibles, con cuantas más yemas y ramitas menores mejor. Haremos un corte diagonal y retiraremos ramas y hojas hasta dejar un par en el extremo superior.
Personalmente recogí esquejes de varias especies. Esto servirá para generar diversidad (si todo va perfecto) y/o aprender cuales tienen más éxito (para repetir mejor este proyecto en años futuros).
También intenté que cada grupo de esquejes de una misma especie no procediesen del mismo árbol. ¿Por qué? Porque un esqueje no es un árbol nuevo, si no un clon de aquel que lo hemos tomado. No tengo un gran conocimiento científico, pero creo que será mejor para la reproducción.
Una vez plantados los esquejes en una colección de tiestos reciclados los regaremos con nuestra auxina. Como es una hormona muy potente la utilizaremos en una proporción de 1/6 en el agua que usemos para regar.
Si todo va bien en unos dos meses deberían haber desarrollado raíces y podrán ser plantados en suelo.
Buscando información sobre esquejes en internet encontré el dato de que el éxito ronda el 65%. Considerando que he reunido unos 100 esquejes (hay varios en cada recipiente, porque me quedé sin tierra y no tenía muchos más envases) debería obtener unos 65 árboles adultos, dando como resultado un pequeño bosquecillo.
Mi idea inicial era conseguir unos 200-250 esquejes, pero me he quedado en 100 por razones logísticas.
De todos modos estuve reflexionando mucho rato, un tanto contrariado por no poder hacer esto en proporciones mastodónticas. Pero pensé que podría ser interesante como un proyecto colaborativo.
Tanto si se hace de forma individual, como si hay instituciones u organizaciones detrás, un proyecto de estas características puede multiplicarse hasta niveles espectaculares.
Teniendo en cuenta ese 65% de éxito estimado yo podría plantar 65 árboles en un año, pero si otras nueve personas se uniesen a esta idea tendríamos 650 árboles nuevos cada año.
Esto haciéndolo en casa, sin un local y unos materiales en condiciones pero si, como decía, una administración o una organización lo apoyase podríamos conseguir logros increíbles.
Muchas gracias a Noviembre Nocturno y a Jean Gino por su inspiración.
Comparto esta idea con vosotros con el sueño de que os guste y os suméis de una u otra forma a ella.
Me encanta esta iniciativa tuya, yo hace unos 3 años plante en mi casa varios árboles que fui recuperando, semillas varias de otros tantos y varios esquejes y como resultado, en la parcela vacía de al lado de mi casa tengo 5 árboles con un buen porte ya y unos 11 en proceso!!! Me encanta ver crecer mis pequeños. Hay que cuidar el planeta y hay que repoblarlo lo máximo posible!!!
ResponderEliminarQué envidia.
EliminarYo tengo pensado plantarlos en una zona más apartada para evitar vandalismo. Eres un privilegiado pudiendo verlos a diario :)
Siendo de (la zona de) Bilbao, ¿no vas a plantar ninguna secuoya? Menundencias :P
ResponderEliminarEste tipo de proyectos, que están muy bien, cunden sobre todo si se hacen de manera organizada y sistemática año tras año. Pero para eso tienes que coordinar a un cierto número de personas. Si se llega a montar una asociación, siempre se puede hacer piña y darle la lata al ayuntamiento de turno con el tema.
Ya me gustaría, como comentaba.
EliminarUnas diez personas y un pequeño local que pueda hacer las veces de vivero podría tener resultados espectaculares.
Pues me has dado una idea, porque tengo un montón de retoños de roble en la finca, que tengo que trasplantar (porque brotan donde les da la gana). Y en cuanto los desentierras, empezan a secarse. A ver si con este método se salvan.
ResponderEliminarBuena iniciativa. ¡Mucha suerte!
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