SIN SPOILERS
En el momento en el que escribo estas líneas han pasado unas pocas horas desde que he visto el final de Star Wars: Rebels. Me cuesta recordar cualquier otra serie, película o libro que me haya emocionado hasta los extremos a los que me ha llevado Rebels. Me he sorprendido esforzándome por contener las lágrimas y aplaudiendo.
Hace un par de años escribí una reseña de la segunda temporada. Todo lo positivo que dije entonces puedo volver a firmarlo.
Star Wars: Rebels comienza tranquila, pero con mucho acierto. Y es que, de una forma que los más veteranos podrán apreciar, realiza un sutil y brillante homenaje a las aventuras del viejo Star Wars d6. Sí, tal cual. Los guionistas toman aquellos viejos módulos y los reescriben, poniendo a los protagonistas de la serie como "personajes jugadores".
En un primer momento no me di cuenta; no jugaba al juego de rol desde mediados de los 90. Algo me sonaba pero no terminaba de distinguirlo. Cuando se estrenó el capítulo del prototipo de Ala-B en el planeta Shantipole todo encajó. Consulté internet para ver si eran imaginaciones mías... y ahí estaba todo el mundo celebrando los homenajes.
Una serie que empieza usando viejas aventuras roleras como guiones empieza muy bien.
Este recurso funciona muy bien para que la serie coja velocidad, pero pronto comienza a generar una identidad propia desarrollando los personajes y profundizando (y oscureciendo) la trama.
El grupo de protagonistas está maravillosamente elegido: conforman, al mismo tiempo, un clásico grupo de aventureros de cualquier campaña rolera y una familia.
Desde un inicio que muchos calificaron como infantil, los personajes se desarrollan de una forma magistral. Puede que el ejemplo más visual sea el de Chopper; que pase de ser un alivio cómico a un personaje complejo, aquejado de un síndrome de estrés post-traumático, que construye su personalidad en torno a su propia visión como "héroe de guerra" sustentado por la niña que lo recogió de su nave derribada y a la que él llama "mamá", es un verdadero ejemplo para cualquiera que quiera aprender a trabajar un personaje. ¡Y es un robot!
Esta inopinada familia presenta unas personalidades complejas en continua evolución que son todo menos infantiles. Y que, en cualquier caso, un niño no va a saber apreciar. De todos los méritos de la serie este no es el menor.
De igual modo la serie sabe desarrollar una relación sentimental compleja, zarandeada por los ideales y la "vida real" con una sutileza deliciosa... al mismo tiempo que no cae en considerar inevitable crear otra entre los personajes jóvenes por el simple hecho de ser una chica y un chico que se llevan bien.
Aun en un contexto más restringido que Clone Wars, y con un presupuesto muy inferior a esta (técnicamente se nota, y quizás esto sea lo único criticable de la serie), Star Wars: Rebels brilla de un modo que ningún otro producto Star Wars lo ha hecho hasta la fecha.
A propósito de esto leía este comentario en Reddit que no puedo menos que firmar:
"Lo he dicho antes: desde el comienzo esta serie animada actuaba como suplemento a las películas que eran 'el Star Wars' principal.
He cambiado de opinión. Esta serie se están convirtiendo en 'el Star Wars' y las películas se están transformando en el suplemento. No es por hablar mal de las películas (me encantó Los Últimos Jedi), pero el modo en que Rebels ha terminado me ha dejado con un gozo que solo puedo recordar haber sentido siendo un niño con El Retorno del Jedi. Ese sentido de maravilla y esperanza.
Filoni lo ha clavado, Para mi, ahora mismo, él entiende Star Wars más que ninguna otra persona que esté trabajando en ello".
Tal vez aquí sea el momento en entrar a loar la estremecedora maravilla del final de Star Wars: Rebels.
Acción a raudales que desembocan en una serie de impactantes revelaciones. Telones que caen, puertas que se abren. Mística, poesía y emotividad a unos niveles que jamás se han alcanzado en esta franquicia (y que muchas otras solo pueden soñar). A todo esto hay que añadirle un par de inesperados homenajes a Tolkien, de quien Filoni comentó que, junto a Lucas, son sus mayores influencias.
Hay que dar aquí todos los créditos a Filoni -responsable de Clone Wars y Rebels-, por la descomunal labor que hace manejando con maestría todo el trasfondo de Star Wars al tiempo que ejecuta un guión redondo.
El conocimiento y el respeto de Filoni llega a unos niveles que, de tan elevados, tal vez sean imposibles de apreciar. Un ejemplo, tan bueno como gráfico, es el agudo homenaje que presenta a esa idea de Lucas de que Star Wars en su conjunto debe rimar. Como ejemplo aquí dos escenas: una del primer episodio y la otra del último.
El final de serie nos deja entrever las múltiples posibilidades que se abren tras el capítulo "A world between worlds" (una verdadera joya) disponiendo las fichas en un tablero que de pronto parece repleto de posibilidades infinitas. No solo se diría que hay un mundo más grande más allá de las películas de Star Wars; de hecho este mundo es mucho más rico e interesante que las propias películas.
Como espectador y aficionado la experiencia es maravillosa. Por mi interés personal en técnicas de escritura y guión no puedo dejar de remarcar el extraordinario trabajo desarrollado por Dave Filoni.
No diré que es una labor perfecta, pero el talento y el amor por su trabajo son una combinación (poco habitual en general) que ha generado un producto que supera el resto de obras que componen la franquicia.
Por un lado se abre la puerta a que la próxima serie la protagonicen Sabine y Ahsoka. Dos fantásticos personajes femeninos que -para tormento de algunos- dan un enfoque nuevo e inclusivo a la saga.
Por otro tenemos esa posibilidad de que Filoni dé el salto a la acción real, tal como se ha rumoreado a causa de su presencia en el rodaje de Los Últimos Jedi.
Está por ahí esa gente resentida echando pestes pero, si el camino que Star Wars va a seguir estando adoquinado por genialidades como Rebels o Los Últimos Jedi, dejad que me suba dando voces al tren del hype.
En el momento en el que escribo estas líneas han pasado unas pocas horas desde que he visto el final de Star Wars: Rebels. Me cuesta recordar cualquier otra serie, película o libro que me haya emocionado hasta los extremos a los que me ha llevado Rebels. Me he sorprendido esforzándome por contener las lágrimas y aplaudiendo.
Hace un par de años escribí una reseña de la segunda temporada. Todo lo positivo que dije entonces puedo volver a firmarlo.
Star Wars: Rebels comienza tranquila, pero con mucho acierto. Y es que, de una forma que los más veteranos podrán apreciar, realiza un sutil y brillante homenaje a las aventuras del viejo Star Wars d6. Sí, tal cual. Los guionistas toman aquellos viejos módulos y los reescriben, poniendo a los protagonistas de la serie como "personajes jugadores".
En un primer momento no me di cuenta; no jugaba al juego de rol desde mediados de los 90. Algo me sonaba pero no terminaba de distinguirlo. Cuando se estrenó el capítulo del prototipo de Ala-B en el planeta Shantipole todo encajó. Consulté internet para ver si eran imaginaciones mías... y ahí estaba todo el mundo celebrando los homenajes.
Una serie que empieza usando viejas aventuras roleras como guiones empieza muy bien.
Este recurso funciona muy bien para que la serie coja velocidad, pero pronto comienza a generar una identidad propia desarrollando los personajes y profundizando (y oscureciendo) la trama.
El grupo de protagonistas está maravillosamente elegido: conforman, al mismo tiempo, un clásico grupo de aventureros de cualquier campaña rolera y una familia.
Desde un inicio que muchos calificaron como infantil, los personajes se desarrollan de una forma magistral. Puede que el ejemplo más visual sea el de Chopper; que pase de ser un alivio cómico a un personaje complejo, aquejado de un síndrome de estrés post-traumático, que construye su personalidad en torno a su propia visión como "héroe de guerra" sustentado por la niña que lo recogió de su nave derribada y a la que él llama "mamá", es un verdadero ejemplo para cualquiera que quiera aprender a trabajar un personaje. ¡Y es un robot!
Esta inopinada familia presenta unas personalidades complejas en continua evolución que son todo menos infantiles. Y que, en cualquier caso, un niño no va a saber apreciar. De todos los méritos de la serie este no es el menor.
De igual modo la serie sabe desarrollar una relación sentimental compleja, zarandeada por los ideales y la "vida real" con una sutileza deliciosa... al mismo tiempo que no cae en considerar inevitable crear otra entre los personajes jóvenes por el simple hecho de ser una chica y un chico que se llevan bien.
Aun en un contexto más restringido que Clone Wars, y con un presupuesto muy inferior a esta (técnicamente se nota, y quizás esto sea lo único criticable de la serie), Star Wars: Rebels brilla de un modo que ningún otro producto Star Wars lo ha hecho hasta la fecha.
A propósito de esto leía este comentario en Reddit que no puedo menos que firmar:
"Lo he dicho antes: desde el comienzo esta serie animada actuaba como suplemento a las películas que eran 'el Star Wars' principal.
He cambiado de opinión. Esta serie se están convirtiendo en 'el Star Wars' y las películas se están transformando en el suplemento. No es por hablar mal de las películas (me encantó Los Últimos Jedi), pero el modo en que Rebels ha terminado me ha dejado con un gozo que solo puedo recordar haber sentido siendo un niño con El Retorno del Jedi. Ese sentido de maravilla y esperanza.
Filoni lo ha clavado, Para mi, ahora mismo, él entiende Star Wars más que ninguna otra persona que esté trabajando en ello".
Tal vez aquí sea el momento en entrar a loar la estremecedora maravilla del final de Star Wars: Rebels.
Acción a raudales que desembocan en una serie de impactantes revelaciones. Telones que caen, puertas que se abren. Mística, poesía y emotividad a unos niveles que jamás se han alcanzado en esta franquicia (y que muchas otras solo pueden soñar). A todo esto hay que añadirle un par de inesperados homenajes a Tolkien, de quien Filoni comentó que, junto a Lucas, son sus mayores influencias.
Hay que dar aquí todos los créditos a Filoni -responsable de Clone Wars y Rebels-, por la descomunal labor que hace manejando con maestría todo el trasfondo de Star Wars al tiempo que ejecuta un guión redondo.
El conocimiento y el respeto de Filoni llega a unos niveles que, de tan elevados, tal vez sean imposibles de apreciar. Un ejemplo, tan bueno como gráfico, es el agudo homenaje que presenta a esa idea de Lucas de que Star Wars en su conjunto debe rimar. Como ejemplo aquí dos escenas: una del primer episodio y la otra del último.
El final de serie nos deja entrever las múltiples posibilidades que se abren tras el capítulo "A world between worlds" (una verdadera joya) disponiendo las fichas en un tablero que de pronto parece repleto de posibilidades infinitas. No solo se diría que hay un mundo más grande más allá de las películas de Star Wars; de hecho este mundo es mucho más rico e interesante que las propias películas.
Como espectador y aficionado la experiencia es maravillosa. Por mi interés personal en técnicas de escritura y guión no puedo dejar de remarcar el extraordinario trabajo desarrollado por Dave Filoni.
No diré que es una labor perfecta, pero el talento y el amor por su trabajo son una combinación (poco habitual en general) que ha generado un producto que supera el resto de obras que componen la franquicia.
Por un lado se abre la puerta a que la próxima serie la protagonicen Sabine y Ahsoka. Dos fantásticos personajes femeninos que -para tormento de algunos- dan un enfoque nuevo e inclusivo a la saga.
Por otro tenemos esa posibilidad de que Filoni dé el salto a la acción real, tal como se ha rumoreado a causa de su presencia en el rodaje de Los Últimos Jedi.
Está por ahí esa gente resentida echando pestes pero, si el camino que Star Wars va a seguir estando adoquinado por genialidades como Rebels o Los Últimos Jedi, dejad que me suba dando voces al tren del hype.
"Genialidades como (...) o Los Últimos Jedi".
ResponderEliminarBuffff tío.
Que sea mejor que su predecesora inmediata no la convierte en una genialidad; para mi gusto, ni siquiera en una buena película.
Sobre Rebels, no sé. Recuerdo haber visto algunos capítulos al comienzo, imagino que de la primera temporada, y no me llamó demasiado la atención. Quizás me condicionó el visionado de Las Guerras Clon, que me pareció mala mala (la serie de animación en 3D, no la maravilla de Tartakovski).
Tal vez debería darle una nueva oportunidad con un visionado completo. ¿Algún consejo al respecto? ¿Partes que convenga saltar?
Sí, comparar con el Episodio VII puede hacer buena cualquier cosa :P
EliminarLos Últimos Jedi, sin ser perfecta, me parece valiente e iconoclasta. Solo por eso ya tiene muchos puntos.
Visualmente es algo que va con los gustos de cada cual. A mi sí me gustó The Clone Wars (3D). Si te quedaste en los primeros episodios te puedo entender. Según avanza la serie las tramas se vuelven más maduras. Incluso gráficamente el subidón de calidad impresiona.
La primera temporada de Rebels sí tiene un tono más infantil. A mi me gana por ser módulos de Star Wars D6; si los has jugado o leído la cosa tiene mucho encanto.
Como pasa con TCW la trama va evolucionando y madurando. Los arcos argumentales se vuelven más complejos y profundos.
A partir del final de la segunda temporada el in crescendo es genial... pero si no has seguido TCW el regreso de Ahsoka te va a dejar frío. El combate con Vader sigue siendo uno de los mejores de la saga, pero la carga emocional es el 90%.
Me ha encantado este post. Coincido casi al 100%. Me ha encantado Rebels, y me gustó bastante TLJ, quitando un par de detalles algo "conflictivos".
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias, RoockieBoy ;)
Eliminar