Guerrero de Roma: Fuego en Oriente

Una novela histórica ambientada en el mundo romano del siglo III. No sobre Aníbal, no la enésima novela sobre Boadiccea: una novela que tiene lugar durante la Crisis del Siglo III. Solo por eso ya tiene mi interés. Además la trama se sitúa en Dura Europos: no hay muchas novelas históricas donde aparezcan los sasánidas como enemigos.

La acción nos lleva a Dura Europos, donde acompañaremos al nuevo dux ripae en la defensa de la ciudad contra los asediantes sasánidas. Se trata de una novela bélica donde las circunstancias y sucesos del asedio nos ocupan la casi totalidad de las páginas, entre asaltos, minas y sospechas de traición.

Después de leerla (y mientras la leía) me he quedado con sensaciones encontradas sobre esta novela. Por una parte tiene momentos que están muy bien, y la idea general es fantástica. Por otra no dejaba de transmitirme la sensación de estar leyendo una especie de borrador preliminar; como si le faltase algo o tuviese aspectos por pulir.
Creo que se me empezó a levantar una ceja al ir comprobando cuan británica es esta novela. Sí, británica. Y es que el protagonista es un anglo, un rehén político que termina progresando dentro del escalafón militar romano. Vale, puedo tragarme eso. El problema es cuando sus hombres de confianza son un escocés y un irlandés (un caledonio y un hibernio). Puedo asumir que un personaje de fuera del Imperio tenga notoriedad dentro de una historia militar romana, pero que tres individuos de fuera de las fronteras sean los que corten el bacalao sí que consigue que se rompa la suspensión de incredulidad.

Los personajes en sí están a medio definir. Tal vez se deba a que es el primer volumen de una serie, pero me parecieron borrosos y con contradicciones. Sobre todo el protagonista, del que no he terminado de saber cual es realmente su motivación y si ama o no a su esposa. Por otra parte -a pesar de que nuestro protagonista piensa y se comporta como un lord de la época victoriana- el exceso de testosterona se llega a hacer agobiante. Sí, es una novela militar y no van a estar repartiendo besos, pero la virilidad está tan subrayada que llega a sepultar otros aspectos de la humanidad de los personajes. Porque todos son muy machos y muy heroicos.

El tratamiento de las religiones tampoco me ha apasionado. Incluso compartiendo la idea general que el autor desliza a lo largo de las páginas resulta artificiosa la construcción del conjunto de creencias del protagonista, el fanatismo homicida de los mazdaístas y la perfidia de los cristianos. El autor explica en las notas finales que lo trata así porque queda bien para la novela; personalmente esa traslación de una visión contemporánea (y de la propia actualidad) al siglo III canta por todas las esquinas.

A Fuego de Oriente sí que hay que reconocerla una buena narración de un asedio a lo largo de casi la totalidad del libro, transmitiéndonos el estrés, los miedos y las miserias de un sitio. Las escenas de acción están bien narradas, aunque sin profundizar demasiado.
Resalta sobremanera en la construcción de la ciudad: leí la novela sin el mapa delante y, al ver la imagen aérea de las ruinas actuales, me sorprendió que la imagen mental que me había puesto era prácticamente perfecta.


¿La recomiendo? Si buscas específicamente una novela histórica de romanos, pero ambientada en una época y un lugar que no estén tratados hasta la extenuación, sí. No es una novela memorable, pero cumple. El hecho de que, no siendo una maravilla, sea una serie le resta puntos. Creer que esta serie son tres volúmenes y descubrir que en inglés van por el quinto le resta muchos más puntos.

Comentarios

  1. Uno se pregunta por que no hay muchas novelas de romanos contra sasánidos... XXDD

    Lo de meter personajes de distintas naciones con calzador parece ser una constante de determinadas novelas históricas. Y a veces hace el efecto chiste: "Esto que van un anglo un picto y un galés... "

    Nuestra campaña es en occidente el proximo sábado así que preparesé.

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    1. El mundo romano era bastante multicultural, y eso es interesante desde el punto de vista literario, pero esa "britanicidad" plasmada así o de mil modos diferentes es un mojón bastante desagradable en muchos autores anglosajones.

      Cof, cof, cof :P

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