Escenografía: afloramientos rocosos I

Hace años, jugando a Skyrim, pensaba en que quedaría genial algo de escenografía similar al aspecto del paisaje de las afueras de Carrera Blanca. Años después Hetairoi publicó en su blog un proyecto en esa línea. Tuve la suerte de conocerle hace unos años (y hacer un estupendo trueque), y además de ser muy majo tiene un gusto exquisito en lo que a pintura y escenografía se refiere; no solo me encanta su estilo, si no que suele publicar un montón de material que en algún momento se me ha pasado por la cabeza.
No puedo dejar de recomendaros el blog de Hetairoi y el del Sargento Pauix, posiblemente los dos más cercanos y afines a mis gustos estéticos en esto de los muñequitos y dos de mis referentes en el hobby.

Supongo que el tema de las rocas ya me gustaba desde hacía muchos años. Uno de mis rincones favoritos está en Cantabria. Es una zona costera llena de afloramientos rocosos y pastos suaves y ondulados. Tiene un extraño encanto casi megalítico y es importante para mi porque es el lugar donde leí por primera vez El Señor de los Anillos allá por el 93 más o menos.
Sí, leí pasajes enteros exactamente allí. Tumbado en la hierba entre grandes rocas, con el solete y la brisa marina. Sin duda todo aquello me ayudó a sumergirme en la lectura y a sublimar pasajes como las Quebradas de los Túmulos y soñar con mil rincones olvidados del reino perdido de Arnor.

Ese inspirador rincón de Cantabria

Ese recuerdo grabado en mi memoria friki, las horas de Skyrim y la publicación de Hetairoi fueron fermentando lentamente hasta que he decidido ponerme manos a la obra.
Efectivamente he tardado años. En el tema de la escenografía suelo funcionar así: tengo la idea, tiempo más tarde reúno los materiales, y pueden pasar años hasta que me da el frenesí y me pongo con ello. Y, sí, tengo unas cuantas ideas de escenografía en la lista por hacer.

Para este proyecto he necesitado corteza de pino. De la que se usa en jardinería. Elegí unos cuantos pedazos bien grandes. Para las bases utilicé plasticard (concretamente una especie de cubo de almacenaje del Ikea, que da para muchas bases a un precio asequible). Adicionalmente recurrí a unos cuantos pedazos de poliestireno para hacer algunas estructuras. Además de la grava y arena usé pasta para baldosas (una suerte de cemento) para pegar todos los elementos.

Sobre estas líneas podéis ver las rocas ya pegadas, con las elevaciones de poliestireno en un par de piezas, y la arena para dar textura. Como la pasta para baldosas es un buen adhesivo pegué la arena inmediatamente, así me ahorraba el paso de tener que aplicarle cola blanca para adherirla.

Una vez estuvo seco dí un lavado marrón a la arena. Después llega la parte entretenida del pincel seco. Un tono crema a la arena y varias capas para simular las piedras.
Después rompí la monotonía de las rocas aplicando unas cuantas manchas de tinta verde para simular musgo y líquenes. Esta técnica la aprendí del Sargento Pauix y hace que cualquier elemento con rocas mejore y gane muchísimo realismo.

Una vez la tinta verde estuvo seca le apliqué luces de verde intenso con pincel seco. Es el siguiente paso de la técnica de Pauix y le da un aspecto realmente vibrante y natural al conjunto.

Había visto hacía poco (no recuerdo donde) escenografía donde se jugaba introduciendo "agua" y me quedé con el cuento... así que decidí aplicar esa idea en este proyecto. Utilicé efecto agua para rellenar unas cuantas cavidades de las rocas, simulando unas lluvias recientes, y para dar un efecto aun más fresco al conjunto. Lo hice con un poco de miedo porque no sabía muy bien cómo quedaría (y con la idea de cubrir esas zonas con hierba si es que el experimento resultaba ser un fracaso), pero he quedado muy contento con el resultado.

¿El resultado final? Pues como este post está resultando muy largo os dejo en cliffhanger para el próximo día ;)