¿Quién no querría tener su propio droide astromecánico? Con lo majos que son y además te arreglan las cosas.
Pues se han alineado los astros y desde Juguetrónica me ha llegado el mismísmo Chopper. Que sí, que estaban R2-D2 y BB-8 (incluso Yoda y Darth Vader, bastante desternillantes), pero C1-10P es mi astromecánico favorito por mucho que R2-D2 le siga de cerca.
El paquete me llegó en unas asombrosas 24 horas, justo cuando salía de casa para buscar a mi sobrina. Como me presenté con la caja bajo el brazo obviamente quiso probarlo en el acto. Como una imagen vale más que mil palabras, pero un vídeo debe valer un millón -o algo así- os dejo con él.
Desde luego con 6 años se disfruta conduciéndolo... pero con algunos añitos más no se goza menos.
Mide unos 60 cm, aproximadamente la mitad de tamaño del Chopper "real", siendo un efecto realmente resultón, sobre todo al lado de los niños.
La gracia del asunto está en que el droide en sí es hinchable, con lo que puede tener un buen tamaño y -al mismo tiempo- es fácil de guardar sin que ocupe media casa. Del mismo modo es resistente a golpes y caídas, e inofensivo en el caso de colisiones. Está muy bien detallado, incluyendo manchas de aceite y el sorprendente detalle de la pata de repuesto que tanto se esfuerza por sustituir en el episodio The Forgotten Droid. 10/10 por esa referencia tan friki.
El mando es sencillo: dos botones (adelante-detrás, izquierda-derecha), con lo que los más pequeños le pillarán el truco enseguida.
Una de las características más destacables es que reproduce una extensa colección de sonidos originales de Chopper. Lo cierto es que no sabría decir cuando hace los ruidos exactamente; por nuestra experiencia parece ser que cuando se choca o realiza giros bruscos, lo cual lo hace aun más realista.
El droide va montado sobre cuatro ruedas que le permiten maniobrar. Me han sorprendido bastante porque, a pesar de no ser muy voluminosas, circulan bastante bien sobre graba y suelos empedrados (mi sobrina se empeñó en hacer un testing bastante hardcore).
Pocas veces me lo paso tan bien haciendo una reseña, y es que hemos echado una tarde estupenda con nuestro droide gruñón particular. Tanto que parece que tendremos que sacarlo otra vez mañana porque hay muchos pequeños fans de Rebels ante los que mi sobrina quiere fardar.
Como nota adicional hay que hacer notar que Chopper puede causar pánico entre los perros, tal como pudimos comprobar.
Mis agradecimientos a Juguetrónica por el el excelente y extremadamente rápido servicio, y a mi sobrina, intrépida controladora de droides astromecánicos que colaboró en el la prueba y la gravación del video.
Pues se han alineado los astros y desde Juguetrónica me ha llegado el mismísmo Chopper. Que sí, que estaban R2-D2 y BB-8 (incluso Yoda y Darth Vader, bastante desternillantes), pero C1-10P es mi astromecánico favorito por mucho que R2-D2 le siga de cerca.
El paquete me llegó en unas asombrosas 24 horas, justo cuando salía de casa para buscar a mi sobrina. Como me presenté con la caja bajo el brazo obviamente quiso probarlo en el acto. Como una imagen vale más que mil palabras, pero un vídeo debe valer un millón -o algo así- os dejo con él.
Desde luego con 6 años se disfruta conduciéndolo... pero con algunos añitos más no se goza menos.
Mide unos 60 cm, aproximadamente la mitad de tamaño del Chopper "real", siendo un efecto realmente resultón, sobre todo al lado de los niños.
La gracia del asunto está en que el droide en sí es hinchable, con lo que puede tener un buen tamaño y -al mismo tiempo- es fácil de guardar sin que ocupe media casa. Del mismo modo es resistente a golpes y caídas, e inofensivo en el caso de colisiones. Está muy bien detallado, incluyendo manchas de aceite y el sorprendente detalle de la pata de repuesto que tanto se esfuerza por sustituir en el episodio The Forgotten Droid. 10/10 por esa referencia tan friki.
El mando es sencillo: dos botones (adelante-detrás, izquierda-derecha), con lo que los más pequeños le pillarán el truco enseguida.
Una de las características más destacables es que reproduce una extensa colección de sonidos originales de Chopper. Lo cierto es que no sabría decir cuando hace los ruidos exactamente; por nuestra experiencia parece ser que cuando se choca o realiza giros bruscos, lo cual lo hace aun más realista.
El droide va montado sobre cuatro ruedas que le permiten maniobrar. Me han sorprendido bastante porque, a pesar de no ser muy voluminosas, circulan bastante bien sobre graba y suelos empedrados (mi sobrina se empeñó en hacer un testing bastante hardcore).
Pocas veces me lo paso tan bien haciendo una reseña, y es que hemos echado una tarde estupenda con nuestro droide gruñón particular. Tanto que parece que tendremos que sacarlo otra vez mañana porque hay muchos pequeños fans de Rebels ante los que mi sobrina quiere fardar.
Como nota adicional hay que hacer notar que Chopper puede causar pánico entre los perros, tal como pudimos comprobar.
Mis agradecimientos a Juguetrónica por el el excelente y extremadamente rápido servicio, y a mi sobrina, intrépida controladora de droides astromecánicos que colaboró en el la prueba y la gravación del video.
Al final todo el mundo necesitará uno de estos. Sobre todo las sobrinas, igual que las mías... jajajja No está nada mal.
ResponderEliminarCualquier excusa es buena ;)
EliminarEl problema de esos droides es que siempre te hacen falta dos; cuando se estropea uno necesitas otro igual para que te lo repare y es con los recambios donde te timan.
ResponderEliminarKorglopritclirulítrurupíííí brip-brip-brip.
También vendría bien un droide de protocolo que dominase más de seis millones de formas de comunicación :D
EliminarEsta echando a perder a su sobrina...
ResponderEliminarLleva ud el tema de la compra visceral a cotas insospechadas...:P
Lo de ser pro-Anakin es cosa suya. Ya a partir de ahí... ^^
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