Las ruinas del Antiguo Imperio I/III

Las causas de la caída del Antiguo Imperio es uno de los principales temas de debate entre los eruditos de Nemus. La cuestión en torno a la aceptación de Triple Culto por parte de Constancius el Loco es el punto focal, pero para muchos no explica la ruina en su totalidad.
Si buscásemos acercarnos a la verdad tal vez deberíamos alejarnos de todas las explicaciones reduccionistas en una u otra dirección y ver la caída del Antiguo Imperio como una suma de catástrofes, la mayor parte de ellas achacables tan solo a errores humanos en lo político y en lo militar.

La mayor fortaleza del Imperio en su época de mayor esplendor se sostenía en dos pilares fundamentales: una eficaz burocracia y un sólido ejército. Cuando estos dos cimientos flaquearon todo el Imperio empezó a tambalearse.
Quizás el principio del fin empezó a escribirse durante la guerra civil entre Flaurius y Marencius. Flaurius, hermano mayor de Marencius, había renunciado al trono cuando decidió tomar los hábitos en el templo del Dios Solar. Se ha especulado mucho acerca de sus razones y, mientras que algunos defienden que genuinamente había sentido la llamada del dios, otros sostienen que la amenaza de las conspiraciones cortesanas resultaron insoportables para el joven heredero. Fuera como fuese Marencius accedió al purpurado tras el fallecimiento del Emperador y dio comienzo a un periodo oscuro lleno de escándalos y derroches. El joven Emperador resultó ser un sujeto banal, más preocupado por las fiestas palaciegas y sus aventuras carnales que por el buen funcionamiento de las instituciones imperiales. Tan escandalosa resultaba la situación que el gran dramaturgo Euresio llevó a los escenarios una sátira en la que se caricaturizaba a Marencius. La obra tuvo un gran éxito y el pueblo comenzó a hacer chanzas ácidas sobre el monarca en las que se mezclaban tanto la burla como el desprecio. Pocas semanas después Euresio apareció flotando en el Tauria y Marencius reunía las tropas para una campaña que llevaría la guerra a las mismas puertas de Las Ciénagas. Se contaban espantosas historias sobre las hadas de la noche y aquel territorio de pesadilla formaba una temible frontera en el norte del Imperio. Marencius había decidido cortar las críticas a su diligencia marcial por una vía expeditiva como nunca antes se había visto.


La campaña de Marencius resultó un completo desastre. Cuerpos de ejército al completo desaparecieron entre las brumas de Las Ciénagas. Los soldados hablaban de gritos espantosos entre la niebla, risas que helaban la sangre en la noche, virotes que parecían llover desde la nada y hadas montadas en gigantescos lagartos que cargaban contra las columnas que avanzaban penosamente entre el barro y que desaparecían tan pronto como habían aparecido dejando un rastro de devastación en las líneas imperiales.
La planificación de la campaña brillaba por su ausencia. El propio Marencius había ideado el plan y ningún oficial había tenido el valor de oponerse. El grupo de generales que rodeaba a Marencius dijo que el valor de los hombres del Imperio ya no era el de los tiempos de antaño y que, al ser un buen plan, la solución más obvia era aumentar el número de hombres.
Se retiraron ejércitos de las fronteras y se embarcaron hacia Las Ciénagas. No solo se perdían aquellos ejércitos, si no que los agujeros que dejaban en el esquema defensivo imperial propiciaban incursiones de pueblos bárbaros y asaltantes orcos.
Aquello era más de lo que la burguesía era capaz de aceptar: las decisiones de Marencius dejaban indefensas sus fincas y plantaciones en la periferia ocasionándoles gran quebranto económico, así que se dirigieron al tempo del Dios Solar y rogaron a Flaurius que se alzase y reclamase el título de Emperador que por derecho le pertenecía.


Flaurius retiró las tropas Vataria y Eliria y avanzó hacia el norte con ellas. Alertado de estos movimientos Marencius abandonó Las Ciénagas y cruzó por el estrecho de Duchet entrando en territorio imperial por Tarania, descubriendo que los hombres de su hermano habían establecido su campamento junto a la ciudad de Muntua y habían fortificado el puente.
El puente había sido fortificado, sí, pero allí solo había desplegado un retén a modo de señuelo. Cuando las tropas de Marencius levantaban el campamento y empezaban a construir máquinas de asedio, el ejército de Flaurius salió de entre los bosques que había en su retaguardia y masacraró a las tropas de Marencius.
Marencius fue desmembrado y un pedazo de su cuerpo fue exhibido sobre cada una de las puertas de Fundatio. El Imperio había abandonado todos los territorios al norte del estrecho de Duchet y las tropas de la provincia de Tarania habían visto su número reducido a niveles alarmantes. Las bajas (si bien más modestas) también fueron notables en los ejércitos de las provincias que habían apoyado el levantamiento de Flaurius.
La guerra civil había comprometido seriamente el poderío militar del Antiguo Imperio.

Comentarios

  1. Me gusta :)

    A modo de sugerencias, para una futura entrega trataría de prestar un pelín más de atención a los conflictos socio-económicos. El apunte sobre la burguesía ha estado muy bien, pero yo no me quedaría ahí. Por ejemplo, puedes hablar de cómo la ausencia de los ejércitos deja regiones enteras muy vulnerables a [inserte amenaza externa aquí: tribus de orcos, humanos bárbaros, hobgoblins nómadas en lobo, etc] lo que provoca un auge de la nobleza terrateniente (quienes poseen pequeños ejércitos privados) que empieza a aglutinar tierras y siervos, una situación de inestabilidad (aumento del bandidaje) y de conflictos sociales latentes (persecución de minorías?). Hay mucho donde escoger.

    Y nada, a la espera de nuevas entregas.

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    1. Bueno, faltan tres entregas más... y sospecho que satisfarán tus sugerencias ;)

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    2. Si salen los prohombres Regius Superbus y Sopius Magnus me declararé satisfecho :P

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  2. Esto apesta a togas y sandalias..... todo el mundo sabe por que caen los imperios... Se llama gravedad. XXDD

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    1. Es un momento en el que ya se llevaba pantalones, porque el cambio climático también juega su papel :P

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    2. Psssst, los pantalones son para andar por el monte, la vida civilizada demanda ropajes civilizados donde los "colei" vayan bien fresquitos ^^

      ¿Cambio climático? ¡Pues togas más gruesas y calcetines de lana con las sandalias!

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    3. Siempre que no se tenga que montar a caballo :P

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    4. :D Creo que lo escribí antes de eso.

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  3. Esta muy bien Endakil, lo que más me mola de tu mundo es el reflejo de ciertas etapas históricas en el, por cierto una preguntilla, ¿habrá algo tipo arabía en la época de Saladino,no hace falta que sea de la misma estética? creo que es una parte de la historia muy interesante, un saludo.

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    1. En La Orden se intuyen los Estados cruzados ;)
      http://frikidiario.blogspot.com.es/2015/11/nemus-la-orden.html

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  4. Me gusta la historia, un buen principio. Si tuviera que achacarle algo a la historia, sería que no hubieran más batallas ni movimientos en la guerra civil.
    El final de Marencius me encanta. No hay nada como desmembrar para poner orden..

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