George R.R. Martin mata a sus personajes. Abercrombie los humilla, los tortura y los arrastra por el estiércol. Y a veces, después, los mata.
Acabo de terminar de leer la serie y pocas veces un libro(s) tan bueno me había dejado tan desasosegado. Tal vez Un Mundo Feliz me despertó unas sensaciones parecidas, pero no tan marcadamente desagradables.
No se me entienda mal, son unos buenos libros, pero son terriblemente duros. Ahora lo llaman "fantasía adulta" o "fantasía oscura". Yo lo llamaría "fantasía descarnada", "fantasía gore" o "fantasía negra como el carbón".
La Primera Ley es una trilogía escrita por el británico Joe Abercrombie. En unos pocos años ha logrado hacerse un hueco entre los máximos representantes de la fantasía contemporánea con, hasta la fecha, seis novelas ambientadas en su mundo de fantasía conocido genéricamente como "Círculo del Mundo".
Aunque se le quiere enmarcar en el estilo falto de sentimentalismos de Martin, creo que Abercrombie le deja bastante atrás en lo que se refiere a crudeza y crueldad. Vendría a ser algo así como el Tarantino de la fantasía. Con unas batallas que casi parecen rodadas cámara en mano al más puro estilo gonzo de la apertura de Salvar al Soldado Ryan, y unos personajes retorcidos hasta el paradigma.
La historia que nos relata La Primera Ley no es precisamente original en el ámbito de la fantasía: un oscuro mal comienza a alzarse y un mago reúne a un grupo de héroes para enfrentarse a él. Nada más lejos de la originalidad, ¿verdad? Así sería si cada uno de esos héroes no fuese un miserable, un farsante, un asesino o un pringado. Y si el mago que dirige el grupo no fuese ganándose nuestra antipatía a pasos agigantados según se suceden las páginas.
Dicen que un libro para jóvenes lectores debe contar con personajes donde los chavales puedan verse reflejados; espero que no tomen esta serie en busca de modelos. No estamos hablando aquí de los personajes grises de Martin, si no de personajes auténticamente negros. Unos buscan justificarse, otros buscan redimirse y otros no buscan nada en absoluto.
Por otra parte, como señalo en el título, hay casquería a mansalva. El gore se extiende a lo largo de sus páginas con una intensidad que incluso a mi me ha parecido que rozaba lo desagradable en algunos momentos. Cualquiera sensible a estos temas haría bien en acercarse con precaución a Abercrombie.
Paralelamente las batallas en sí están muy bien narradas. En un estilo gonzo -como apuntaba- con un POV subjetivo entre tajos y salpicones de sangre. Pero bien narrado, en cualquier caso. La pega estará, para aquellos a los que no les gusten las batallitas: es asombroso el número de páginas que le dedica a los combates. Creo que jamás había leído una batalla extendida a lo largo de tantas páginas en un libro.
Claro que aquí las batallas y los enfrentamientos en general están magníficamente resueltos. Si en Shadowmarch me quejaba de lo desastrosamente planteado que estaba un asedio, aquí nos encontraremos con varios muy bien resueltos y muy realistas. No tengo ninguna pega tiquismiquis que ponerle a estos asuntos y eso es algo que poquísimos libros pueden decir.
En el otro lado del espejo tenemos unas tramas sentimentales y sexuales resultas del mismo modo que las violentas: desgarradamente realistas y sin adorno alguno. Los argumentos sentimentales son golpeados una y otra vez por el garrote del pragmatismo. Las descripciones de las escenas de sexo pueden decir otro tanto: nada de parecer sacadas de una película X, aquí se va a lo que se va, no sale del todo bien, y los personajes se quedan con sensaciones agridulces. Aun así contiene algunas de las escenas de (mal) sexo mejor narradas que he leído.
Posiblemente si leéis reseñas por internet veréis que se centran en los protagonistas digamos "heroicos" de la serie. Por mi parte quien más me ha llamado la atención ha sido el personaje femenino. En realidad hay dos, pero uno es tan masculino que lo englobaría en el grupo de los héroes sin distinción alguna.
Pero claramente destacada tenemos a la figura de Ardee, que parece sacada de una película de los años 50. No es una femme fatale, pero casi. Más bien es un personaje patético y seductor. Una alcohólica pasional extremadamente bien escrita. Soñadora y pragmática. Llena de contradicciones. Y terriblemente humana. Mientras otros lectores se quedan con los demás, permitidme que yo elija a esta secundaria de lujo.
Y todo esto se cierra con un final terrible que deja al lector completamente desarmado, e incluso abatido. No diré nada más al respecto, porque es el broche de oro y sorprendente hasta decir basta. El momento en el que se ponen las cartas sobre la mesa, ese momento en el que el master te cuenta lo que los PJs no sabían es brutal. Pero te deja muy jodido.
Jodido no solo por lo que sucede en el libro, si no también por los evidentes paralelismos con la forma en que funcionan las cosas en el Mundo Real (TM).
¿Recomendable? Sí, con reservas. Para lectores duros.
Acabo de terminar de leer la serie y pocas veces un libro(s) tan bueno me había dejado tan desasosegado. Tal vez Un Mundo Feliz me despertó unas sensaciones parecidas, pero no tan marcadamente desagradables.
No se me entienda mal, son unos buenos libros, pero son terriblemente duros. Ahora lo llaman "fantasía adulta" o "fantasía oscura". Yo lo llamaría "fantasía descarnada", "fantasía gore" o "fantasía negra como el carbón".
La Primera Ley es una trilogía escrita por el británico Joe Abercrombie. En unos pocos años ha logrado hacerse un hueco entre los máximos representantes de la fantasía contemporánea con, hasta la fecha, seis novelas ambientadas en su mundo de fantasía conocido genéricamente como "Círculo del Mundo".
Aunque se le quiere enmarcar en el estilo falto de sentimentalismos de Martin, creo que Abercrombie le deja bastante atrás en lo que se refiere a crudeza y crueldad. Vendría a ser algo así como el Tarantino de la fantasía. Con unas batallas que casi parecen rodadas cámara en mano al más puro estilo gonzo de la apertura de Salvar al Soldado Ryan, y unos personajes retorcidos hasta el paradigma.
La historia que nos relata La Primera Ley no es precisamente original en el ámbito de la fantasía: un oscuro mal comienza a alzarse y un mago reúne a un grupo de héroes para enfrentarse a él. Nada más lejos de la originalidad, ¿verdad? Así sería si cada uno de esos héroes no fuese un miserable, un farsante, un asesino o un pringado. Y si el mago que dirige el grupo no fuese ganándose nuestra antipatía a pasos agigantados según se suceden las páginas.
Dicen que un libro para jóvenes lectores debe contar con personajes donde los chavales puedan verse reflejados; espero que no tomen esta serie en busca de modelos. No estamos hablando aquí de los personajes grises de Martin, si no de personajes auténticamente negros. Unos buscan justificarse, otros buscan redimirse y otros no buscan nada en absoluto.
Por otra parte, como señalo en el título, hay casquería a mansalva. El gore se extiende a lo largo de sus páginas con una intensidad que incluso a mi me ha parecido que rozaba lo desagradable en algunos momentos. Cualquiera sensible a estos temas haría bien en acercarse con precaución a Abercrombie.
Paralelamente las batallas en sí están muy bien narradas. En un estilo gonzo -como apuntaba- con un POV subjetivo entre tajos y salpicones de sangre. Pero bien narrado, en cualquier caso. La pega estará, para aquellos a los que no les gusten las batallitas: es asombroso el número de páginas que le dedica a los combates. Creo que jamás había leído una batalla extendida a lo largo de tantas páginas en un libro.
Claro que aquí las batallas y los enfrentamientos en general están magníficamente resueltos. Si en Shadowmarch me quejaba de lo desastrosamente planteado que estaba un asedio, aquí nos encontraremos con varios muy bien resueltos y muy realistas. No tengo ninguna pega tiquismiquis que ponerle a estos asuntos y eso es algo que poquísimos libros pueden decir.
En el otro lado del espejo tenemos unas tramas sentimentales y sexuales resultas del mismo modo que las violentas: desgarradamente realistas y sin adorno alguno. Los argumentos sentimentales son golpeados una y otra vez por el garrote del pragmatismo. Las descripciones de las escenas de sexo pueden decir otro tanto: nada de parecer sacadas de una película X, aquí se va a lo que se va, no sale del todo bien, y los personajes se quedan con sensaciones agridulces. Aun así contiene algunas de las escenas de (mal) sexo mejor narradas que he leído.
Posiblemente si leéis reseñas por internet veréis que se centran en los protagonistas digamos "heroicos" de la serie. Por mi parte quien más me ha llamado la atención ha sido el personaje femenino. En realidad hay dos, pero uno es tan masculino que lo englobaría en el grupo de los héroes sin distinción alguna.
Pero claramente destacada tenemos a la figura de Ardee, que parece sacada de una película de los años 50. No es una femme fatale, pero casi. Más bien es un personaje patético y seductor. Una alcohólica pasional extremadamente bien escrita. Soñadora y pragmática. Llena de contradicciones. Y terriblemente humana. Mientras otros lectores se quedan con los demás, permitidme que yo elija a esta secundaria de lujo.
Y todo esto se cierra con un final terrible que deja al lector completamente desarmado, e incluso abatido. No diré nada más al respecto, porque es el broche de oro y sorprendente hasta decir basta. El momento en el que se ponen las cartas sobre la mesa, ese momento en el que el master te cuenta lo que los PJs no sabían es brutal. Pero te deja muy jodido.
Jodido no solo por lo que sucede en el libro, si no también por los evidentes paralelismos con la forma en que funcionan las cosas en el Mundo Real (TM).
¿Recomendable? Sí, con reservas. Para lectores duros.
Pues cuando las tripas te vuelvan a su sitio, te recomiendo las dos siguientes obras del autor. A mi personalmente me gustaron más, quedando ésta trilogía como una introducción.
ResponderEliminarEfectivamente en esas me encuentro. Estoy leyendo otra cosa para descargarme un poco de la estática de Abercrombie, pero tengo los otros tres altos en la pila de lectura.
EliminarNo lo he mencionado en la reseña, pero comparto plenamente la sensación de introducción que comentas. De hecho creo que hay que agradecer al autor su labor de síntesis, porque estos tres libros habrían tenido chicha para extenderlos quizás incluso a otros tres más.
Me interesa.
ResponderEliminarDe hecho, me interesa mucho. El tal Abercrombie va a tener que cederte algunos porcentajes porque a mi, personalmente, con esta reseña me has vendido al menos el primer libro.
A ver si esos sangrientos combates al menos tienen un ápice de realismo (al contrario que el 95% de lo que suele narrarse en este tipo de novelas).
Si quieres entrar hazlo hasta el final, porque es el tercer tomo el que te agarra de la pechera y te sacude pero bien.
EliminarUno de los personajes (el bárbaro) entra en modo berserker en un puñado de ocasiones. Impresiona lo bien descrito que está. Tanto la forma en la que el mundo se transforma para él, como el modo en que el mundo se horroriza ante su transformación.
En general las narraciones de violencia están muy bien descritas. Y las batallas, sin entrar en un análisis prusiano, están estructuradas en unos zooms muy efectivos.
Muy buena reseña.
ResponderEliminarEsta trilogía me encantó, lo considero lo mejor que he leído en fantasía medieval en años, estoy deseando poder pillarme el resto de los libros de Abercrombie.
Gracias, Isaías.
EliminarLa verdad es que, aunque la historia sea la misma, Abercrombie lo sabe hace de una forma original.
Pendientes tengo el resto ;)
Que buena la Primera Ley. Me la leí hace ya un tiempo y me gustó muy mucho. Los tres spin-offs (¡Hay que leerselos en orden! Si no te pierdes mucho... Que a mi me pasó) son también bastante buenos, aunque a La Mejor Venganza le sobran algunas páginas (y eso que me moló mucho). Y si dices que las batallas te sorprenden por lo largo, el libro de Los Héroes te relata en todo el libro una sola batalla de tres días. Pero muy, muy bien escrito.
ResponderEliminar¡Me alegra que te gustaran!
Sí, tenía entendido que hay que leerse los spin-offs en orden.
Eliminar¡Y la batalla de un libro de duración!
Ahora estoy con un paréntesis de ci-fi, pero es posible que me ponga con ellos pronto.
A mí el que más me gustó es el de la batalla. Un libro, una batalla entera... eso es ir al grano y lo demás son tonterías. Aunque estoy con Nirkhuz, creo que a todos los libros les sobran páginas, y es una pena porque siendo un poco más cortos hubieran sido muchísimo mejores.
ResponderEliminarAlgunos personajes son geniales, pero no entro en spoilers.
Pues, no sé, ya digo que tengo la sensación de que hasta podrían haberse extendido más.
EliminarEl viaje por ese "Antiguo Imperio" sonaba muy interesante, me quedé con ganas de más.
Tal como están los tiempos en el género hay que reconocer al autor el mérito de que se contuviera en trilogía.
Hmmh, no sé si este tipo de libros serán aptos para un futuro bretoniano como yo.... pero me los apunto por si acaso. :D
ResponderEliminarLa violencia es algo que muchos libros de fantasía no acaban de relatar adecuadamente. La imagen de los campos de batalla mediavales, con aquellas armas mal afiladas, con aquel hedor, con esos ejércitos malnutridos.... debía resultar un espectáculo ciertamente pavoroso. Muy lejos de las elaboradas coreografías que describen algunos autores, llenas de fintas y tajos limpios.
Y la casquería no es mala... malos somos a los que nos gusta.
Generalmente he visto estas situaciones mucho mejor resueltas en la novela histórica... pero como no te acercas son cosas que te pierdes :P
EliminarDe hecho en varias cuentan cómo el que a muchos se les "aflojasen las tripas" a causa del miedo y el estrés antes de la batalla era bastante habitual. La gente se lo hacía encima, de pie, en medio de la formación. Muy poco épico todo.
Gore y escatología.
Magnífica crítica para unos libros que, de verdad, la merecen. Abercrombie, junto con Scott Bakker, es el gran maestro de la fantasía oscura, adulta. Y si, es descarnado hasta límites insospechados. Pero lo grandioso es que nos hace a los personajes creíbles. Ya te lo han dicho más arriba, pero tengo que sumarme al consejo, te tienes que leer los siguientes. La Mejor Venganza, a pesar de que pudieran sobrarle páginas (no seré yo quien me queje de eso, que a este tío le compro la moto sin dudar), tiene una galería de personajes que son lo mejor de cada casa. Héroes es una crónica de una batalla en primera persona como no he leído en mi vida. Y Tierras Rojas, siendo el más flojo quizás de todos, recupera viejos personajes y hace una mezcla entre fantasía y Western que, por momentos, es magistral.
ResponderEliminarEn fin, lo dicho, magnífica crítica.
Bakker... ¿qué tal Príncipe de Nada?
Eliminar¿Es cierto que es filosofía pura?
Príncipe de Nada es una lectura difícil, para que negarlo. Entre otras cosas porque la carga de filosofía es bestial. Ahora bien, es una de esas sagas que no deja indiferente; o la odias y eres incapaz de terminar el primer libro, o te pasa lo contrario, que los devoras y pones los libros en el primer puesto de la mejor fantasía escrita los últimos 30 años. Y es que es buena en todos los sentidos, trama, construcción del mundo, personajes... Que decir de los personajes. Si los personajes de Abercrombie te parecen oscuros, te garantizo que te parecerán hermanitas de la caridad comparados con los de Bakker.Para que te hagas una idea, el principal protagonista de la historia pertenece a una "orden" de carácter místico que ha logrado imponer la razón sobre los sentimientos, y es un perfecto hijo de la gran puta carente de cualquier sentido moral o ético que le haga humano. Un perfecto psicópata, vamos.
ResponderEliminarEn fin, que te animo a leerlos sin ninguna duda.
Me atrae y me intimida a partes iguales. Aun así lo tengo cerquita en la pila de lectura, así que imagino que en algún momento caerá.
EliminarGracias Eduardo :)