Entre lectura y lectura -sobre todo si ha sido reseñablemente aburrida- voy intercalando las novelas de Conan según los volúmenes viejunos de Martínez Roca. Son un montón (concretamente 24 volúmenes), de lo cual me alegro, porque los estoy disfrutando muchísimo.
Actualmente voy por el séptimo, que coincide con ser el primero escrito por Robert Jordan (La Rueda del Tiempo).
La sinopsis es la siguiente:
Durante su juventud en Shadizar la Perversa, Conan ha llegado a adquirir cierta reputación como ladrón. Un mago estigio le ofrece diez monedas de oro si se hace con las joyas que el rey Yildiz de Turán ha regalado a Tirídates, monarca de Zamora. Pero cuando el joven bárbaro entra en palacio descubre que alguien se le ha adelantado. Las bailarinas portadoras de joyas han sido raptadas. Las pistas le conducen al desierto, a un encuentro con el Halcón Rojo, la bellísima jefa de un grupo de salteadores de caravanas, y con poderes nigromantes olvidados por el tiempo.
Con Conan el Invencible volvemos atrás en la línea cronológica para volver a encontrarnos a un Conan de 18 años. A esa edad nuestro héroe es idealista y un poco inocente, sobre todo con las mujeres.
Y, precisamente, las mujeres tienen una gran importancia en este volumen. Robert Jordan se hace cargo del cimmerio con corrección, pero además le da un toque más macarra en el lenguaje y el sexo. Tenemos por primera vez palabrotas que no parecen sacadas de los años 30, y todo el trasfondo sexual es mucho más explícito.
Sigue siendo literatura pulp, pero bien escrita y divertida. Simple pero buena, como un bocadillo de jamón.
Tenemos brujos malvados, damsels in distress y femme fatales. Tenemos hombres lagarto, ladrones, soldados. Y tenemos a Conan repartiendo mamporros y amor. A todo esto Jordan sabe darle unos cuantos giros sutiles que, sin trastocar el estilo del bárbaro, da un poco más de profundidad narrativa a todo el conjunto.
Personalmente me ha gustado un montón, y tomaré con ganas los siguientes libros de Jordan de la serie Conan. Y quien sabe si algún día incluso La Rueda del Tiempo, ya que tanto le gustan a un amiguete y a Molly Quinn.
Si tengo que quedarme con algo lo haría con el giro final de la novela (¡no os lo perdáis!) en el que Conan empieza a espabilar.
... Y en cuanto a él mismo -pensó- se hallaba en el mejor de los casos que puede desear un hombre en este mundo. Cuatro monedas de cobre en la bolsa, y el ancho mundo frente a sí.
Actualmente voy por el séptimo, que coincide con ser el primero escrito por Robert Jordan (La Rueda del Tiempo).
La sinopsis es la siguiente:
Durante su juventud en Shadizar la Perversa, Conan ha llegado a adquirir cierta reputación como ladrón. Un mago estigio le ofrece diez monedas de oro si se hace con las joyas que el rey Yildiz de Turán ha regalado a Tirídates, monarca de Zamora. Pero cuando el joven bárbaro entra en palacio descubre que alguien se le ha adelantado. Las bailarinas portadoras de joyas han sido raptadas. Las pistas le conducen al desierto, a un encuentro con el Halcón Rojo, la bellísima jefa de un grupo de salteadores de caravanas, y con poderes nigromantes olvidados por el tiempo.
Con Conan el Invencible volvemos atrás en la línea cronológica para volver a encontrarnos a un Conan de 18 años. A esa edad nuestro héroe es idealista y un poco inocente, sobre todo con las mujeres.
Y, precisamente, las mujeres tienen una gran importancia en este volumen. Robert Jordan se hace cargo del cimmerio con corrección, pero además le da un toque más macarra en el lenguaje y el sexo. Tenemos por primera vez palabrotas que no parecen sacadas de los años 30, y todo el trasfondo sexual es mucho más explícito.
Sigue siendo literatura pulp, pero bien escrita y divertida. Simple pero buena, como un bocadillo de jamón.
Tenemos brujos malvados, damsels in distress y femme fatales. Tenemos hombres lagarto, ladrones, soldados. Y tenemos a Conan repartiendo mamporros y amor. A todo esto Jordan sabe darle unos cuantos giros sutiles que, sin trastocar el estilo del bárbaro, da un poco más de profundidad narrativa a todo el conjunto.
Personalmente me ha gustado un montón, y tomaré con ganas los siguientes libros de Jordan de la serie Conan. Y quien sabe si algún día incluso La Rueda del Tiempo, ya que tanto le gustan a un amiguete y a Molly Quinn.
Si tengo que quedarme con algo lo haría con el giro final de la novela (¡no os lo perdáis!) en el que Conan empieza a espabilar.
... Y en cuanto a él mismo -pensó- se hallaba en el mejor de los casos que puede desear un hombre en este mundo. Cuatro monedas de cobre en la bolsa, y el ancho mundo frente a sí.
Las portadas de estos libros son de lo que ya no se hace.... XD
ResponderEliminarTengo algún libro de conan por ahí, esperando ser leído, pero por H o por B al final nunca acabo por empezarlo. :P
Jordan ha sido un poco escritor a destajo, pero no lo hace mal, nada mal.
Las portadas son pulp a rabiar :)
EliminarAhora que tienes ebook si los quieres no tienes más que pedirlos ;)
son unas novelas muy entretenidas, las tengo todas y me faltarán por leer un par, Jordan ya deja notar pinceladas de sus ideas para la Rueda del Tiempo. La saga de la Rueda del Tiempo están muy bien, pero son muuuuuchos libros, yo porque empecé con la primera edición que salió a mediados de los noventa y me los fui leyendo conforme salían, leértelos ahora todos de golpe me parece un poco pesado.
ResponderEliminarYo me las estoy dosificando porque son una gozada.
EliminarCuando las termine tengo en cola las de Fafhrd y el Ratonero Gris que, según tengo entendido, van un poco en la misma línea pero con un toque de humor.
se me resisten , no he pasado nunca de la mitad del primer libro :(
ResponderEliminarVaya, tenía entendido que son muy ligeritos.
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