Magic casual: Magic barato 1/2

Nota: he empezado a escribir esto con mucho entusiasmo y me está saliendo un tocho considerable. Para no abrumaros lo dividiré en dos partes: esta será la introducción y, en la próxima, pasaremos al meollo del asunto.

Supongo que el tiempo nos ha terminado dando la perspectiva necesaria para entender que Magic no era el anticristo del mundillo friki, como muchos declamaban en plan profeta del apocalipsis. Desde luego realizó una entrada dramática con Revised a principios de los 90 y muchos creyeron que el rol recibía la última puñalada de su particular Brutus, cuanto todos miraban con rabia y temor al tradicional enemigo que estaba presente en aquellos idus de marzo: los medios de comunicación.
Ha llovido mucho desde 1993, año en el que me apunté rápido y profundamente seducido por la nueva moda... y aquí sigo, jugando a Magic y jugando a rol.
Imagino que está en la naturaleza humana entregarse a las dicotomías, que estar a favor de X signifique estar en contra de Y (¡y viceversa!) en todo, desde el fútbol, la política o la religión, hasta los sistemas operativos y las aficiones frikis. Me siento muy afortunado por no tener esos esquemas mentales porque esta apertura de espíritu me ha permitido conocer y disfrutar muchas nuevas tontunas.

El caso es que he estado cercano a MTG desde el primer momento en que empezó a llegar de importación a España. Empecé en Revised en el 93 y he seguido jugando hasta hoy con una constante inconstancia; podía tomarme unas vacaciones de uno o dos años para volver con fuerza en alguna nueva ampliación por algún motivo misterioso.
En todo este tiempo he tenido la suerte de conocer el juego desde su origen, ver sus distintos movimientos y conocer toda clase de público y aficionados. Incluso desde el otro lado del mostrador durante una temporada. Creo tener una opinión bastante extensa y desapasionada sobre el asunto y, en los últimos años, estoy contemplando un planteamiento bastante novedoso. No novedoso porque sea algo -en fin- nuevo, si no porque se está planteando como un movimiento popular entre los aficionados que ha propiciado que incluso Wizards of the Coast oriente productos hacia ellos: el Magic casual.


Magic tenía un precio
Magic es caro. Una máxima popular conocida por todos. Pero, como todas las aseveraciones dadas por supuestas, es una verdad a medias. ¿Qué hay de cierto en ello?

El juego reglado en Magic se divide en dos formatos: Tipo 1 y Tipo 2.

El Tipo 1 -conocido como Eternal- permite cartas desde el origen del juego con ciertas prohibiciones y/o restricciones de cartas especialmente desequilibrantes. Eternal se divide a su vez en Vintage (el formato donde se puede jugar el archipopular Black Lotus) y Legacy (el formato Eternal más popular y jugado).
Jugar a nivel competitivo en Tipo 1 requiere contar con una buena colección de cartas ciertamente bastante caras, de 10 a 100 euros en el caso de Legacy, hasta cifras astronómicas en Vintage (lo diremos de forma ilustrativa: una carta de Vintage puede costar lo mismo que un mazo entero de Legacy).

Tipo 2 es el formato patrocinado y promovido desde Wizards of the Coast; los eventos internacionales que soléis ver son de Tipo 2. Este formato tiene a su vez subformatos en su interior que permiten cartas de las últimas colecciones; les diferencia la cantidad de colecciones recientes que son legales en cada uno de ellos.
Aunque un mazo competitivo es relativamente asequible (pongamos uno 300 euros), las características de este formato hacen que sean necesarias actualizaciones constantes y, cada cierto tiempo, volver a empezar de 0.

Así que, ¿es caro?
Es caro del mismo modo que termina siéndolo cualquier objeto de coleccionismo de éxito y, del mismo modo, está sujeto a un valor relativo. O, como se suele decir, las cosas tienen el valor que queramos darle.
Si jugamos a Tipo 2 estaremos al día y jugaremos muchos torneos; invertiremos muchas horas de ocio en el juego y amortizaremos la inversión de una forma intangible. Vamos, que gastaremos, pero lo haremos con gusto y nos saldrá a cuenta.
Si jugamos a Tipo 1 invertiremos mucho dinero. Pero debido a sus peculiares características (es un formato bastante cerrado y las cartas caras están sujetas a la política de no-reimpresión de WotC) el día que lo dejemos podremos recuperar nuestro dinero vendiendo las cartas. No quiero crear falsas espectativas en la gente, pero es muy posible que recuperemos aun más dinero del que invertimos inicialmente, porque algunas cartas llegan a multiplicar su precio a lo largo de los años (cartas que hace unos años costaban 25 euros hoy cuestan 90). Aun así recordad que esto es un juego, no un mercado especulativo. De todas formas, claro, hay que reconocer que cualquiera puede vender su mazo de Eternal y sacar tanto o más de lo que gastó en su día... y quien vende su ejército de Warhammer lo hará de saldo en eBay, perdiendo muchos euros en el proceso.

También es importante considerar que el gasto en los extras de Magic es limitado. Lo indispensable será unas fundas para las cartas y una caja para guardarlas: unos 13 euros en total.
Quien se meta desde cero con un hobby como Warhammer tendrá que sumar al ya sobradamente abultado costo de las miniaturas: el manual del juego (sablazo periódico), el codex o libro de ejército (sablazo periódico), pegamentos, herramientas varias, pinturas y tintas varias, pinceles, decoración de peanas, escenografía, maletines de transporte... Todo una serie de materiales que no se suelen tener en cuenta pero que suman una más que considerable cantidad de dinero.


Magic: la Excelencia
Dejando a un lado filias y fobias hay que reconocer una cosa: Magic es un juego MUY bueno. A nivel de reglas, y considerando sus posibilidades, Magic es el mejor juego de cartas coleccionables (¡incluyendo los living card games!) del mercado.
Salió de la mente de un popular diseñador de juegos y matemático -para más señas- y eso, si lo miramos desde el punto de vista frío y desapasionado a nivel de reglas, se nota.

- Las reglas son muy buenas. He jugado a muchos juegos de cartas coleccionables, desde que empezaron a aparecer a la sombra de Magic hasta hoy. Desde Expediente X hasta Warhammer Invasión. Unos me gustaron más por trasfondo (como El Señor de los Anillos) y otros (como WoW o Warcry) tenían unas buenas reglas. Pero MTG roza la genialidad.
- MTG nos permite infinitas posibilidades en la creación de mazos. Tenemos varias decenas de miles de cartas disponibles y el único límite es nuestra creatividad.
- Cabe en el bolsillo. O en su defecto en una pequeña bandolera. Puede parecer una tontería pero, parándonos a observarlo, poder llevar nuestro juego a donde queramos sin ningún esfuerzo es una maravilla. Recuerdo mis tiempos de jugador de Warhammer, cuando tenía que ir a donde quisiera que jugase cargado con un pesado maletín y multitud de cajas. No estaré contando nada nuevo para quien haya pasado por esa experiencia, pero es un auténtico peñazo, incómodo y agotador moverse así. Sin contar el miedo a que algo se golpee y se rompa. Con Magic llevamos todo lo que necesitamos en una cajita algo más grande que un smartphone.
- Está listo para jugar. No hay que montar ni pintar las cartas. No hay que tener preparada una gran mesa con escenografía (que también hemos tenido que montar y pintar). De hecho ni siquiera necesitamos una gran mesa. Ni una mesa siquiera. Podremos sacar nuestras cartas de la caja y jugar casi en cualquier parte, desde una cafetería a los bancos de un parque. Por supuesto los jugadores más cuidadosos contarán con un tapete para evitar disgustos en superficies potencialmente peligrosas.
Además podemos jugar conun amigo o con varios en cualquiera de los modos multijugador posibles.
La inmediatez es una ventaja que explica el éxito de muchos de los productos de nuestro entorno.

Comentarios

  1. Me ha encantado la expresión "sablazo periódico" xD

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    1. Lo que en marketing llaman "obsolescencia programada" :D

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  2. ¿Por que salen chicas jugando a magic en las fotos? Alguno lo puede considerar publicidad engañosa...

    Buen artículo, interesante.

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    1. Prefiero llamarlo marketing :D
      La de blanco es una de las Mana Girls: http://www.wizards.com/mtg/images/daily/events/gpflo10/ManaGirls-Team.jpg

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    2. Coincido con Bairrin. La primer muchacha esta buenisima, pero por experiencia personal, cada 100 jugadores de Magic, con muuuuuuuuuuuuuucha suerte te encontras con una mujer.

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    3. Ya, bueno, como cualquier actividad friki (excepto el rol y el manga).
      Aunque en el primer torneo oficial al que acudí había una jugadora canadiense.

      Me alegra que te guste la primera muchacha ;)

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  3. ¿300 euros por unos trocitos de papel? Tío, al lado de esto GW es una ONG XD

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    1. Sí, como digo. De hecho cada una de las tierras dobles por las que en su día pagué menos de 25 euros me las quieren quitar de las manos por 90 por pieza.

      Quien compra (iba a decir plástico o plomo, pero...) resina defectuosa a precio de caviar iraní hoy malvende mañana en eBay.

      Pero me reafirmo en que nadie debería ver esto como una inversión/especulación. Y desde luego no me hago responsable de quien quiera apostar su capital por saber qué cartones subirán y cuales bajarán. Es un juego, no la bolsa :D

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    2. Lo que si se pagan a precio de oro son las minis de metal. gracias a finecast,la gente va directamente por el metal como locos

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    3. No me sorprende, ¿quién puede querer miniaturas defectuosas que valen un pastón y se funden con el calor?

      Grandes decisiones empresariales de ayer y hoy.

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  4. Pues yo que nunca he jugado al magic... y aun así tengo cartas de esas que regalaban con revistas, las uso de marcapáginas.... igual tengo una fortuna en marcapáginas y no lo se .... :D

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    1. Si las regalaban con las revistas no esperes que vayan a ser fortunas en cartón :D

      Otra cosa son las que daban/dan con los libros ;)

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